HISTORIAS SOBRE LA GUERRA DE LOS MIL DIAS

SOBRE LA GUERRA DE LOS 1000 DÍAS
“MEMORIAS DE CANDIDA ROSA CONTRERAS DE RICO”
SIGLO XVIII – XIX
Cándida Contreras de Rico, fue una joven que vivió mucho tiempo en la vereda Tapatá, Municipio de Toledo, con sus dos hijas Clemencia y Felisa Rico Contreras. 
Casada con el Capitán Resurrección Rico, combatiente de La Guerra De Los Mil Días.
Una de sus hijas, Clemencia que en ese entonces tenía 5 años de edad, contaba que ellas tenían que esconderse en el monte durante el día y por la noche regresar a casa a hacer la cena con la poca comida que le dejaban los bandoleros.
Clemencia, también contaba que su madre Cándida de Rico les enseñaba la siembra del agua enterrando un calabazo lleno de agua con unas velitas alrededor y a los siete años había allí un naciente.  Cándida Rosa Contreras de Rico tenía el Don de ver las cosas a través del agua y era tan conocida que los habitantes de la comarca le avisaban cuando se les perdía el ganado, ella colocaba un platón con agua y les decía; sus reces están en tal potrero, las tienen en tal parte, y así era como los habitantes encontraban lo que se les había perdido.
Cándida de Rico, contaba que cuando su marido llegó de la guerra de los Mil Días, traía la ruana amarrada a la cintura y una bala que le habían disparado enredada y delante de ella una estampita de la virgen que guardaba.  La bala no le penetró el estómago de milagro. Su marido el Capitán Resurrección Rico,  Traía el pelo largo y lleno de piojos.
Clemencia y Felisa Rico Contreras, de cinco y seis años de edad en ese entonces contaban que habían presenciado una batalla a machete escondidas detrás de una piedra en una loma.  Clemencia también contaba que ella había disparado el arma de la época llamada escopeta de fisto, la taqueaba con alverjas secas verdes para correr los ladrones cuando estaba sola en la casa y que había un arma llamada gras, que disparaba cartuchos a grandes distancias al que quisiera desde Toledo hasta Labateca. Cándida de Rico, contaba que tenía que tener mucho cuidado al pasar la frontera pues le habían advertido que había tigre.  Y una vez se encontró de frente con un tigre que estaba sobre una rama, dijo que casi se muere del susto y que los perros que iban con ella, se orinaron del miedo.
ESTA HISTORIA ES TOMADA DE UNA NARRACIÓN DIRECTA DE CANDIDA ROSA CONTRERAS DE RICO Y DE SU HIJA CLEMENCIA RICO A SU HIJO CIRO ALFONSO DELGADO RICO Y A SU NIETA TERESA DELGADO MARTINEZ PARA SER TRANSMITIDA A SU HIJA KARLA MYLENA FAILLACE DELGADO.


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